En mi último viaje en avión estaba bastante nerviosa pues había engordado desde la anterior vez y no sabía si cabría bien o si me abrocharía el cinturón.Viajé con Rayanair por el tema económico y había leído que era poco espacioso.
Llegó el día, me subí al avión busqué mi asiento de pasillo (para así tener un poco de espacio extra) y... OMG me entró el culo de milagro, me dispongo a abrocharme el cinturón y OMG+ me falta un trozo bastante grande para que me abroche... diciéndolo como lo digo cualquiera pensaría que soy no se un oso de grande... pero no... de aquella simplemente utilizaba una talla 50 de pantalón, no me veía tan sumamente grande como para no abrocharme el cinturón.
Estaba nerviosa, empezaba a sudar de la vergüenza cuando unos asientos mas adelante vi a otro chico mucho mas gordito que yo o al menos a mi eso me parecía pedir una extensión de cinturón. Esperé hasta que se lo llevaron y pude ver de que se trataba.
Resulta que es el extensible que te dan cuando llevas un niño en brazos, para que os hagáis una idea... el trozo de cinturón con el que te hacen la simulación las azafatas antes de despegar. Enganchas uno a un lado y el otro al otro.
Con mucha vergüenza llamé a una azafata y le dije en voz muy bajita que no me abrochaba el cinturón y muy amable me dijo, no te preocupes suele pasar mucho ahora te traigo una extensión, me explicó como ponerlo y al final me sobraba cinturón por todos lados pero estaba más tranquila.
Consejo para las aerolíneas:
Un poco mas de correa en los cinturones no supone mucho gasto y ahorras la humillación a tus clientes de tener que pedir una extensión.
-Anónimo