Complejos, pocos son los que no los tienen, en mi caso es curioso porque durante toda mi infancia use pantalones cortos y faldas, aunque siempre he sido una chica gordita, de la que se reían por su tamaño, por su aspecto, Incluso por estar más desarrollada que los demás. Esto nunca me afecto, ya que practicaba deporte, y como parte de este tenía que usar mallas o pantalones cortos, así que lo tomaba como algo normal, aun oyendo críticas de entrenadores, compañeras de equipo incluso de sus padres, que sin tener en cuenta si a mi me podría afectar o no, comentaban lo gorda que estaba, y que como era posible que con todo el deporte que hacia podía estar así (comentarios que sigo oyendo casi 20 años después en el gimnasio)
Durante mucho pelear en el colegio, poco a poco esos comentarios fueron haciendo mella y cuando empecé el instituto la historia no cambio; Sin darme cuenta dejé de usar pantalones cortos, faldas (a no ser que fuera obligatorio, como en los partidos) y pasé a usar ropa ancha, además a sufrir de ansiedad por tener que enseñar mis piernas.
Increíblemente deje de usar pantalones cortos y faldas definitivamente a los 16 años, daba igual que hicieran 30 que 40 grados, que yo no me quitaba mis pantalones vaqueros o de chándal.
Esto duro casi 8/10 años, con el paso del tiempo me di cuenta de que, perdí un montón de oportunidades para ponerme lo que me apetecía, de ir cómoda a los viajes o a las fiestas de prao, de disfrutar en general, por tener en cuenta lo que los demás podían opinar de mis jamones. Pero pensándolo bien, ¿En qué le puede afectar a los demás lo que yo me ponga? En NADA. Es mi cuerpo, es mi vida, mis kilos no los carga la persona que me mira, todo el que se “preocupa” por mi salud física, sin conocerme, ¿porque no se preocupó en su momento de mi salud mental, ahorrándose comentarios hirientes?
Con el paso del tiempo y teniendo eso en mente, empecé a dejar de lado el qué dirán, y comencé a ponerme piratas, después faldas largas, e ir acortando. Ahora ya llevo vestidos por encima de la rodilla, pero he de admitir que me llevo mucho tiempo el conseguirlo, ¿Cómo se hace? No lo tengo muy claro, en mi caso empecé con unos piratas, sacándolos una o dos veces a la semana, para empezar a sentirme cómoda con esa ropa, pero, sobre todo, a IGNORAR, creo que esa es la palabra, pasar de los comentarios que se pueden oír alrededor, porque muchas veces lo que expresan no es su preocupación por ti, si no sus propias inseguridades.
Ángela Díaz
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